Published on 27 June 2022
Por Emma Elobeid, Editora, Fundación Ellen MacArthur
La imaginación es la verdadera aceleradora de innovación. Es esencial si queremos resolver grandes problemas como el cambio climático, los residuos y la contaminación. La visión de una economía circular es algo más que una idea. Se trata de un marco de soluciones sistémicas que establece una nueva forma de diseñar nuestra economía mundial para que fluya y funcione dentro de los límites planetarios. Su aplicación a gran escala requerirá no sólo una enorme ambición, sino una acción concertada a todos los niveles de la empresa y la sociedad. Todo eso empieza por visualizar un futuro mejor y hacerla tangible.
En la última década, las tecnologías inmersivas que combinan imaginación e industria han experimentado un rápido crecimiento. Aunque no han alcanzado la cobertura completa, se espera que el mercado de la realidad extendida (XR por su sigla en inglés) -realidad virtual (VR), realidad aumentada (AR) y realidad mixta (MR)- alcance más de 250 000 millones de dólares en 2028. Cada tecnología permite a los usuarios explorar e interactuar con entornos simulados de distintas maneras.
¿Qué son las tecnologías de realidad extendida (XR)?
Inspirándose en las estrategias de la gamificación para impulsar el compromiso medioambiental, las tecnologías XR se han aprovechado para destacar los problemas y síntomas de nuestra actual economía extractiva con el objetivo de inspirar la acción. En el proyecto de la revista Time "Dentro de la Amazonía: La selva en extinción" permite visualizar la realidad medioambiental y socialmente destructiva de la deforestación en un viaje inmersivo. Por su parte, la herramienta de narración a partir de la realidad aumentada del New York Times permite a los usuarios visualizar la contaminación microscópica del aire como fragmentos digitales flotantes y, mediante sensores basados en la localización, comparar sus niveles locales con los de las ciudades más contaminadas del mundo. El impacto acumulativo de nuestra economía lineal podría destacar de forma similar mediante la XR, que permitiría observar la aparición gradual del "síndrome de la línea de base cambiante" simulando paisajes y ecosistemas tal y como eran hace veinte, treinta o cien años.
Pero ni la nostalgia por un pasado menos contaminado ni el conocimiento de la trayectoria actual del planeta pueden por sí solos transformar la concienciación en acción. Las tecnologías XR pueden utilizarse para ayudar a realizar y ampliar la economía circular, en la que los residuos y la contaminación son eliminados, los productos y materiales son circulados y la naturaleza se regenera.
Cómo la XR puede ayudar a visualizar soluciones para una economía circular
Haciéndonos eco de la clásica cita de Walt Disney "si puedes soñarlo, puedes lograrlo", las tecnologías de realidad extendida nos permiten construir cualquier escenario desde cero. Mientras que exponer los problemas de una economía lineal puede impulsar la innovación, utilizar la XR para explorar las soluciones de una economía circular permite implicar de forma más activa a públicos y agentes clave.
Algunas ciudades, instituciones y gobiernos ya están utilizando la XR como medio para compartir soluciones basadas en el progreso hacia una economía circular. En los Países Bajos, por ejemplo, la experiencia inmersiva de VR "Virtual Gateway NL" ofrece a la gente la oportunidad de conectar, a través de unos "lentes de VR de cartón" y un smartphone, con algunas de las soluciones más vanguardistas del país. Los usuarios pueden explorar las empresas neerlandesas que ya incorporan principios de economía circular, como Brightlands, una comunidad universitaria que lleva a cabo proyectos de innovación como el uso de materiales de base biológica, como residuos agrícolas y lignocelulosa (materia seca vegetal), como materia prima para nuevos productos.
Comunicar la historia y los beneficios de las iniciativas que ya están en marcha ayuda a elevar el perfil de la economía circular en acción y a fomentar acciones similares. Pero avanzar a la velocidad y la escala necesarias exige explorar el poder de las posibilidades. En esencia, la realidad virtual y la realidad aumentada son tecnologías de construcción de mundos virtuales. Como tales, pueden desempeñar un papel útil tanto en la definición del alcance como en la configuración de un futuro circular.
La transición de un modelo empresarial lineal a uno circular implica cambios a todos los niveles, por lo que es esencial lograr un consenso interfuncional y la aceptación operativa. Pero para algunos líderes, concebir una "gran idea" del concepto a la conclusión puede ser todo un reto. En el proceso de transición, las experiencias virtuales o aumentadas pueden ayudar a las empresas a acortar la distancia entre la teoría y la realidad.
Por ejemplo, una empresa de electrónica que desee incorporar la remanufacturación podría invertir en una simulación de VR que guíe a los actores por una planta de producción digital. De este modo, se puede mitigar la resistencia al cambio, destacando el ahorro de costes, material y energía de una forma visualmente atractiva y basada en la experiencia específica de cada función. Desde un punto de vista más amplio, la realidad virtual y la realidad aumentada podrían ofrecer a los diseñadores ambientales, urbanistas y otros encargados del desarrollo de infraestructuras la oportunidad de colaborar con los tomadores de decisiones clave para fomentar la inversión en una economía circular en su ciudad o comunidad. Ciudades como Shanghái y Singapur ya utilizan la tecnología de "gemelos digitales" basada en datos para guiar innovaciones a través de réplicas virtuales inteligentes. Si se adiciona elementos XR, los casos de uso de los gemelos digitales para la toma de decisiones, la visualización, optimización y la gestión de las operaciones pueden elevarse aún más, ayudando concretizar la visión en tiempo real. Usando la superposición digital y las funciones basadas en la geolocalización, por ejemplo, la realidad aumentada podría demostrar cómo y dónde herramientas circulares como estaciones de recarga y devolución de embalajes en las calles, edificios multiusos y sistemas de transporte compartido podrían implantarse en un futuro circular ambicioso pero factible.
La regeneración de la naturaleza -un componente básico de la economía circular- puede acelerarse de forma similar mediante la XR. Pasar a la producción regenerativa es esencial para mitigar el cambio climático, detener e invertir la pérdida de biodiversidad y mejorar la resiliencia de nuestros sistemas alimentarios mundiales. Por lo tanto, es crucial lograr un apoyo de amplio espectro. La realidad virtual y aumentada y, la tecnología experiencial (si los futuros avances sensoriales en los campos háptico, olfativo y gustativo lo permiten) pueden utilizarse para exponer el potencial transformador de la regeneración en el tacto, el olfato y el gusto.
La VR, que requiere un hardware especializado, puede permitir a los directivos de empresas de gran consumo, marcas de moda y socios minoristas visualizar de forma remota, pero poderosa, los beneficios de la transición de sus productores mundiales lejos de los métodos agrícolas convencionales y degradantes. Por su parte, la tecnología de realidad aumentada, al poder utilizarse en gran medida con smartphones sin necesidad de equipos externos, facilita el acceso a los agricultores de zonas rurales remotas. El proyecto "FIT", financiado por la Unión Europea, pretende ayudar a los agricultores a mejorar la productividad agrícola, proporcionándoles análisis en tiempo real en una pantalla de realidad aumentada. Mientras que el objetivo de las "FIT" es racionalizar las operaciones y la producción dentro de un sistema agrícola convencional, la misma tecnología podría apoyar los sistemas regenerativos, ayudando a los agricultores a gestionar complejos sistemas de cultivos intercalados y supervisar el consiguiente aumento de la diversidad de cultivos a largo plazo. Además, la superposición virtual multisensorial podría proporcionar una visión inmersiva de los resultados regenerativos: superponiendo los beneficios visibles para la biodiversidad de los patrones de pastoreo rotativo en tierras que actualmente son pastoreadas de forma continua, demostrando de forma audible el regreso de los insectos polinizadores a paisajes silenciosos, revelando el retorno de texturas ricas a suelos estériles y permitiendo a los usuarios saborear la diferencia en las cosechas finales resultantes.
En esencia, la realidad virtual y la realidad aumentada son tecnologías de construcción de mundos virtuales. Como tales, pueden desempeñar un papel útil tanto en la definición del alcance como en la configuración de un futuro circular.
De la ambición a la acción: cómo la XR puede ayudar a lograr la economía circular
Combinadas, estas tecnologías pueden ofrecernos una visión de futuro poderosa. Pero también se están utilizando para apoyar modelos de negocio circulares en el aquí y ahora.
En teoría, cualquier innovación que ayude a eliminar los residuos y la contaminación de la producción de un producto físico contribuye a una economía circular. Sustituir un objeto por una experiencia -como hizo el restaurante de comida rápida Burger King cuando dejó de regalar juguetes de plástico a los niños para ofrecerles un juego de realidad aumentada basado en la naturaleza- es una forma de desmaterializar las partes de la economía que sobran para cubrir las necesidades básicas.
En la industria de la moda, se están probando varios métodos de desmaterialización basados en la XR para abordar la importante relación del sector con los residuos y la contaminación. Varios minoristas, como Gucci y Nike, entre otros, están abordando las elevadas tasas de devolución del sector mediante el desarrollo de aplicaciones que permiten a los usuarios probarse virtualmente los artículos en casa. Utilizando software de seguimiento 3D para escanear las formas del cuerpo y predictores de movimiento informados por IA para reflejar la experiencia física, pueden reducir drásticamente el número de ropas no usadas que se envían a vertederos o incineradoras, así como la energía incorporada y real en el transporte y procesamiento de los artículos no deseados. Pero, aunque estas aplicaciones reducen el riesgo de devoluciones, las soluciones de probadores simulados siguen presuponiendo una eventual compra física. Asegurarse de que cada ropa comprada se utiliza el mayor tiempo posible es una parte esencial de la economía circular de la moda. Por lo tanto, la innovación digital que da prioridad a estrategias como la reventa, el alquiler, la reparación y la remanufacturación debería considerarse siempre antes que aquellas que corren el riesgo de perpetuar el modelo extractivo y lineal.
En otros ámbitos de la moda, otras ofertas XR están captando la atención a buen ritmo. En el metaverso, las empresas de moda exclusivamente digitales están atrayendo millones en financiación que no dependen de la fabricación en masa y, por tanto, de la extracción de materiales. Una economía circular desvincula la actividad económica del consumo de recursos finitos. A primera vista, al desvincular lo físico y la expresión personal, la moda digital ofrece una visión complementaria. Organizaciones como DressX están desarrollando colecciones de "meta-armarios" con ropas y atuendos virtuales. Al abordar el volumen de moda rápida, o "fast fashion", que existe únicamente para la creación de contenidos en plataformas de medios sociales como Instagram y TikTok, estas aplicaciones ayudan a eliminar el desecho de material. En lugar de llevar los artículos -a menudo sólo una vez- en el mundo físico, los usuarios superponen la "metavestuario" elegido sobre una foto subida en la plataforma, lista para ser "vestida" digitalmente y compartida de inmediato. Aunque no están disponibles para la compra individual, los artículos de la colección virtual "Billion Dollar Collection" de la Fundación H&M utilizan esta misma tecnología para concienciar y recaudar fondos que ayuden a ampliar las innovaciones circulares. Mientras tanto, The Fabricant trabaja con marcas mundiales como Adidas, Tommy Hilfiger y Puma para crear campañas de marketing exclusivamente digitales que miden la demanda en el mundo real, reduciendo la sobreproducción del eventual lanzamiento físico de la colección. Ciertamente, la creación de una prenda digital emite mucho menos CO2, utiliza mucha menos agua y ejerce muchas menos presiones generales sobre el medio ambiente en virtud de su versión digital. No obstante, debemos tener cuidado de tener en cuenta todo el ciclo de vida de un elemento digital y no perder de vista la importante carga de datos asociada a estas tecnologías emergentes, y a todas ellas. La desmaterialización no siempre equivale a la descarbonización.
Debemos tener cuidado de tener en cuenta todo el ciclo de vida de un elemento digital, y no perder de vista la carga de datos asociada a estas -y a todas- las tecnologías emergentes. La desmaterialización no siempre equivale a la descarbonización.
No todas las industrias son adecuadas para la desmaterialización. Aunque pasar de modelos de propiedad a modelos de servicio y experiencia es una parte importante de la economía circular, no podemos tener transporte virtual, comida aumentada o muebles simulados. Algunas cosas siempre tendrán que ser cosas. En estos casos, se necesitan soluciones para garantizar que las cosas se mantengan en uso con su máximo valor durante el mayor tiempo posible, en lugar de diseñarlas para que dejen de existir.
El punto de partida para crear productos con múltiples ciclos de uso es el diseño. Crear métodos de trabajo que eliminen el desecho de material es un primer paso esencial, y las herramientas basadas en XR pueden desempeñar un papel importante para conseguirlo. Con la introducción de la creación digital de prototipos y las réplicas virtuales, el diseño, la fabricación y, lo que es más importante, la reparación de todo tipo de productos, desde trenes, aviones y automóviles hasta aparatos electrónicos y de gimnasia, pueden hacerse relativamente inútiles. En el sector de la construcción, la empresa de diseño multidisciplinar Arup, entre otras, ya utiliza ampliamente modelos gemelos digitales en 3D para acelerar la innovación circular. Al permitir que equipos dispersos por todo el mundo experimenten con el diseño circular en un entorno libre de materiales y riesgos, se pueden probar e integrar múltiples aportaciones a la vez. La fabricación digital no sólo permite un uso más preciso de los materiales de construcción, eliminando residuos, sino que también da libertad a los diseñadores para considerar cómo pueden crearse y reutilizarse los edificios en torno a los principios de una economía circular.
Aunque ninguna tecnología representa una solución definitiva, la realidad virtual, la realidad aumentada y otras tecnologías, utilizadas tanto por los diseñadores con capacidad para soñar como por los responsables de la toma de decisiones con autorización para actuar, pueden desempeñar un papel fundamental en la transición hacia una economía circular.